¡7 señales de que es hora de tirar la toalla!
En un momento u otro todos hemos soñado con cambiar de trabajo, y las razones varían, para algunos, se trata de dinero, para otros se trata de hacer algo con sentido o tal vez la oportunidad de crear su propio negocio; como alguien que ha vivido en 11 países, trabajado en más de 10 compañías y ha iniciado algunas otras en los últimos 20 años, conozco muy bien el sentimiento, también sé que aunque el cambio de trabajo “puede” ser bueno, de igual forma puede ser malo si tomas decisiones apresuradas.
Cada uno de nosotros se enfrenta con la frustración en nuestras carreras y trabajos. Habrá buenos y malos momentos, sin embargo, en la era actual de la “gratificación instantánea”, hacer cambios de trabajo demasiado rápido o sin saber hacia dónde queremos ir nos puede matar la carrera.
Cuando se trata de hacer un cambio importante de carrera, tenemos que hacernos un par de preguntas como: ¿Cuándo deberíamos hacer un cambio?, y ¿Cuales son las señales que nos deberían indicar que es hora de contemplar otra cosa? En los últimos años, descubrí una fórmula poderosa, pero sencilla que ahora aplico a mi vida y a los que asesoro como coach.
La fórmula es esta:
“Cuando las Tareas de Energía Negativa (TEN) > Tareas de Energía Positiva (TEP) durante un período prolongado de Tiempo (T), entonces = Te quemas (Q)”.
Dicho de otra manera, la fórmula para la felicidad laboral es simple:
Así que ahora, cuando la fórmula se inclina hacia “quemarse”, sé que necesito re-equilibrar la forma en la que estoy trabajando y concentrarme en hacer más tareas positivas y reducir la cantidad de tiempo que dedico a las negativas.
La realidad es que ninguno de nosotros es feliz en el trabajo todo el tiempo. Siempre habrán días, semanas o incluso meses en los que trabajaremos a toda máquina y en los que parte del trabajo que estamos haciendo nos chupa energía positiva.
Eso es normal, pero cuando la energía negativa es constantemente mayor que la energía positiva durante un período de tiempo significativo, simplemente tienes que parar y decir: “¿Por qué está pasando esto? ¿Cuándo va a cambiar? ¿Cuánto más estoy dispuesto a soportar?”
Incluso hoy, dirigiendo mi propio negocio, hay días en los que trabajo en cosas que no me gusta hacer, siempre existirán tareas que me gustan menos, pero la clave es que son superadas por las tareas que me gusta hacer más.
Aparte de la fórmula anterior, he descubierto que hay signos claros a los que hay prestar atención, que podrían sugerir que tu ecuación personal está desequilibrada y que tienes que encontrar una forma de corregirla o buscar otras opciones profesionales.
Vamos a visitar mi top 7:
#1. Crecimiento y aprendizaje: Parte de lo que mata a muchos trabajos es simplemente la misma vieja rutina día tras día. Como seres humanos, tenemos curiosidad innata y muchos de nosotros disfrutamos aprendiendo.
Aprender nuevas herramientas, nuevas habilidades, idiomas o sobre nuevas industrias, nos mantiene alerta y nos mantiene motivados, más importante aún, el mercado laboral está cambiando increíblemente rápido y se estima que, en EEUU por ejemplo, el 47% de los puestos de trabajo ni siquiera existirán dentro de los próximos 25 años, según este artículo de Big Think.
¿Qué significa eso para nosotros? Significa que tenemos que aprender constantemente nuevas habilidades, herramientas y técnicas para mantenernos a la cabeza del mercado laboral y aumentar nuestro valor de mercado.
En mi experiencia, la responsabilidad de empezar a pensar en lo que te gustaría aprender y hacia dónde quieres que se dirija tu carrera es tuya; no es de nadie más. Una vez que tengas una idea, debes asegurarte de discutirla de manera pro activa con tu jefe o personal de Recursos Humanos.
Sin embargo, si después de repetidos intentos, no eres escuchado o no puedes obtener la capacitación o el apoyo en la forma en que te gustaría desarrollarse profesionalmente, es posible que tengas que empezar a pensar en otras opciones para tu crecimiento profesional.
Ten en cuenta que este tipo de enfoque es realmente para aquellos que trabajan en organizaciones más grandes. Si estás trabajando en una empresa nueva con recursos limitados, realmente depende de ti crear tu propio rol, asumir la responsabilidad y asegurarte de que estás haciendo tu propio trabajo antes de empezar a asumir responsabilidades adicionales.
#2 Apreciación: Si estás familiarizado con la jerarquía de necesidades de Mazlow, sabrás que, una vez satisfechas tus necesidades básicas (comida, refugio, seguridad), las siguientes necesidades más importantes son puramente psicológicas.
La autoestima es importante para las personas, aunque la apreciación de su jefe u otras personas puede variar y será más importante para algunas personas que para otras; una falta de apreciación puede desmotivar a las personas, dejarlas vacías y no proporcionarles orientación sobre dónde lo están haciendo bien y dónde podrían estar mejorando.
Según este artículo de la Harvard Business Review, un estudio de Towers Perrin (una empresa de reclutamiento) mostró que el factor más importante que impulsaba el compromiso de los empleados en el trabajo era si un empleado sentía que su jefe realmente se preocupaba por su bienestar o no.
Si no te sientes apreciado por tu jefe o equipo/organización durante un período prolongado de tiempo, es posible que quieras investigar otras opciones, ya sea en un equipo diferente, en un rol diferente o en una compañía diferente.
El aprecio es algo perfectamente normal en el trabajo, pero muchas veces es una necesidad que los gerentes sin experiencia pasan por alto.
#3 Incapacidad para aprovechar tus principales fortalezas: Aunque el crecimiento y el aprendizaje son importantes, la investigación muestra que es más probable que estemos motivados, que nos vaya bien y que también nos sintamos apreciados cuando estamos trabajando en tareas en las que aprovechamos nuestras fortalezas para producir el mejor trabajo (Strengthfinder es un gran libro que habla de esto).
Naturalmente, no siempre estarás trabajando en cosas que te gustan o en las que tienes una fuerte competencia, pero lo contrario también es cierto: si pasas la mayor parte de tu tiempo trabajando en cosas que no aprovechan tus habilidades y fortalezas principales, no tendrás tanto éxito ni te sentirás tan satisfecho.
Es más probable que tampoco estés construyendo el tipo de energía “positiva” que discutimos antes y que incluso estés trabajando en cosas que te están produciendo más energía negativa que energía positiva (desequilibrando así tu ecuación personal).
Pasar demasiado tiempo sin aprovechar tus puntos fuertes, puede dañar tu confianza en ti mismo, lo que a su vez dificulta la creación de nuevas oportunidades de trabajo. Podría ser el momento de considerar un cambio.
#4 Dinámica Negativa de Equipo (DNE): DNE es un asesino. Hace unos meses hablé con un ejecutivo de Nvidia que me dijo que, a pesar de haber pasado por situaciones muy difíciles con su equipo, siempre se habían mantenido unidos en las buenas y en las malas, eran como hermanos y compartían un fuerte vínculo, trabajaban duro juntos, eran abiertos, responsables y se apreciaban mutuamente.
No tenían miedo de decir la verdad cruda de una manera respetuosa y constructiva y también eran rápidos en mostrar aprecio y dar crédito cuando y donde se debía.
Lamentablemente, lo contrario también es muy cierto, algunos equipos se caracterizan por una competencia excesiva, política, falta de responsabilidad, apoyo inadecuado o incluso una hostilidad abierta entre sus miembros.
Cuando las personas se atacan entre sí constantemente, el ambiente puede volverse tóxico muy rápidamente, eso puede envenenar rápidamente el ambiente para los demás y agotar tu energía y motivación.
El resultado puede crear un ambiente acusador, frustrante y de logros perdidos. Si la gerencia no puede o no quiere intervenir y sentar decisivamente a la gente y resolver las cosas, entonces podría ser el momento de considerar tus opciones.
#5 Prioridades en constante cambio (PCC): Enfrentemos esto: las cosas suceden y las prioridades cambian, eso es parte de la vida y parte de hacer negocios, sin embargo, cuando las prioridades cambian constantemente debido a los caprichos de ciertas personas o equipos, te darás cuenta de que tu energía se puede agotar muy rápidamente.
En mi experiencia, a la gente no le importa trabajar bajo presión e incluso muchas horas, pero si las prioridades cambian constantemente, empiezan a perder la confianza en el liderazgo y pueden empezar a cuestionarse por qué están trabajando tan duro como lo hacen. Además, la cultura de una empresa también puede desempeñar un papel importante en esto.
Si la gerencia se toma el tiempo para compartir información con los empleados, mantenerles al tanto y explicarles por qué se toman ciertas decisiones, eso puede contribuir, en gran medida, a alinear las preocupaciones y expectativas de los empleados; los constantes cambios en las prioridades no solo son malos porque desvían a la gente de su rumbo, sino también porque ponen en peligro la viabilidad a largo plazo de la organización.
Si la empresa está cambiando de estrategia cada 6 meses debido a los cambios del mercado, las necesidades de los consumidores, o la última moda, podrías empezar a cuestionar la estrategia a largo plazo de la empresa o el liderazgo. Un dicho favorito entre los ciclistas es: “La carrera no es para los veloces, sino para los que siguen pedaleando.”
Lo mismo sucede a menudo en los negocios, hacer un cambio o ajuste ocasional está bien, pero si siempre estás cambiando de dirección, nunca llegarás a tu destino, demasiadas decisiones con una lógica pobre pueden implicar que la gerencia no sabe lo que está haciendo o, peor aún, no confía ni se preocupa lo suficiente por explicar sus decisiones a los empleados. Está puede ser otra señal para dirigirse a la salida.
#6 Creer en tu propio bullshit: Es uno de mis favoritos y en Sillicon Valley lo ves a menudo, a veces esto puede ser una señal de confianza, pero con demasiada frecuencia, cuando los directivos, especialmente con menos experiencia, empiezan a creer que se lo saben todo y no toman feedback de su gente, las cosas pueden ir muy mal muy rápidamente.
Por lo general, este es el resultado de un éxito que llega demasiado rápido o demasiado fácil. El negocio está tan arraigado que los fundadores o la alta gerencia creen que no pueden equivocarse.
Entonces salen frases como: “Los consumidores, competidores, socios, reguladores simplemente no entienden. Sabemos lo que es correcto, déjalo a nosotros”.
Esa se convierte en la actitud por defecto y si alguien la cuestiona es porque es ignorante o estúpido; en otras ocasiones, incluso en grandes y exitosas empresas que han vivido en la cima de sus mercados durante muchos años, simplemente no ven venir cambios masivos a su industria (ver abajo). Cuando la gerencia deja de hacer las preguntas inteligentes y pierde su humildad (asumiendo que eran humildes al principio) es hora de buscar “otra pega” (como dicen en Chile).
#7 La crisis sin fin: Algunas empresas o equipos se encuentran siempre en un estado de crisis perpetua. La organización se tambalea de una crisis a otra, se espera que la gente esté siempre en la cubierta, por las noches, los fines de semana y los días festivos.
La realidad es que cada compañía, unidad de negocio o equipo tiene emergencias y cuando las cosas se ponen difíciles se espera que todos hagan su parte y se unan por el bien del equipo, pero cuando se trabaja a toda máquina, todo el tiempo durante meses o incluso años en modo de crisis o emergencia, algo está claramente mal.
Una crisis implica algo “inusual” o “fuera de lo común”; en mi experiencia, los equipos que están permanentemente en este modo lo están debido a su gestión, las prioridades cambian constantemente (ver arriba), los recursos son insuficientes para alcanzar las metas deseadas (mala planificación) o los objetivos simplemente no son realistas (falta de expectativas realistas + mala planificación), sin embargo, si te estás despertando cansado durante semanas y meses sin una solución visible a la vista y es simplemente otra de una serie de crisis, tienes que empezar a pensar en un cambio de situación.
La lista anterior ciertamente no es exhaustiva y puede haber muchas otras razones por las cuales podrías querer cambiar de trabajo (un pésimo jefe es un factor clave ¡pero merece un post completo separado!), pero ciertamente estos son signos reveladores que debes tener en cuenta como empleado.
Si eres consciente, crítico y honesto sobre tu propia situación, verás que estas cosas suceden frente a ti y puedes tratar de sentarte con tu jefe para tratarlas o incluso hablar con alguien que pueda ayudarte a entender lo que está sucediendo.
También es importante darte cuenta de que no debes ser hipersensible a estas señales y correr hacia las salidas a la primera vista de problemas, como regla general, siempre debes buscar dar un nuevo rol de 6 a 12 meses de prueba antes de llegar a la conclusión de que tu situación necesita un cambio drástico, dicho esto, reconocer que puedes estar en el ambiente equivocado es el primer paso para entrar en el ambiente correcto donde puedes tener éxito y ser feliz.
¿Cómo se hace eso? Ese será el tema de mi próximo post: Sobreviviendo a un Jefe Terrible. Así que sigue atento.
Patrick Mork